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Los ojos se me encienden cada vez que quiero verte, se me emociona el alma y no puedo evitar reir. Se me ocurren mil ideas y mil formas de abrazarte. Los dias pasan rapido y lentamente, los meses se van muriendo y los amaneceres encienden mis rutinas de una forma que no conocia. Cuento los dias y las horas y trato de memorizar las palabras que decimos y las que pensamos.
Esperar, esperar, esperar...saber que ya falta menos tiempo para poder jugar y bailar. Porque ya los nombres de los meses no me parecen tan aterradores y ya las horas que pasan se me hacen ilusiones. A veces solo amanezco con un arcoiris en la mirada y con tu nombre en el alba.