martes, 12 de enero de 2010

Ironias

Cuando uno era pequeño contaba los dias con un anhelo demencial para cumplir 18, le dieran la cedula y sentirse adulto. Se creia que con tener un trabajo de ensueño con un salario estable, un novio perfecto, el apartamento de los sueños, el carro del año...un mundo rosa con una perfecta sincronia.
En cuanto vamos creciendo nos damos cuenta de que las cosas no son como esperabamos: tener cedula no era tan cool ni es tan divertido tener responsabilidades; no es tan facil conseguir un buen novio que se quiera comprometer-y los que se quieren comprometer ya estan comprometidos- y los alquileres son mas caros de lo que podemos costear porque tampoco tenemos el trabajo de nuestros sueños ni el salario que esperabamos.
Y no es por ser negativa ni por ver solo el punto negro en la hoja blanca pero cuando las cosas no son como esperabamos de niños no es un punto negro, es una hoja negra con un punto blanco. Yo pregunto, es acaso que tenemos que dejar de soñar y hacer las cosas solo por hacerlas? Que pasa cuando al final de la vida nos damos cuenta que solo hicimos las cosas por sobrevivir no por vivir?

1 comentario:

Anónimo dijo...

aaaaaay me llego!!! :( q vida mas dura!